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Hernia de Hiato y Reflujo Gastroesofágico por Laparoscopia

La hernia de hiato es la protusión de una porción del estómago hacia el tórax, a través de un orificio que se encuentra ubicado en el diafragma (la capa muscular, utilizada en la respiración, que separa el tórax del abdomen). Está generalmente asociada con mucha frecuencia a la enfermedad por reflujo gastroesofágico, que ocasiona el reflujo del ácido gástrico desde el estómago al esófago y se manifiesta con eructos, regurgitación del alimento, acidez, dificultad para deglutir, náuseas y vómitos, en ocasiones con sangre, irritación de la garganta, ronquera, cambios de voz y tos. 

En muchos casos, un cambio de estilo de vida (pérdida de peso, reducción o eliminación del hábito de fumar y del consumo del alcohol, modificación de los hábitos de comida y sueño) puede reducir la severidad de los síntomas.  Es posible que haga falta también una terapia farmacológica (antiácidos y las medicaciones de venta libre).  Sin embargo, si los síntomas persisten, el paciente deberá aprender a sobrellevar su condición o deberá someterse a un procedimiento quirúrgico

La cirugía laparoscópica de la hernia de hiato y del reflujo gastroesofágico garantiza la solución de estos problemas mediante la construcción quirúrgica de una válvula anatómica con mínimo dolor, con una recuperación más temprana y mejores resultados estéticos.

Beneficios de la intervención

Al hacerse heridas mínimas, sin seccionar ningún músculo ni aponeurosis, el dolor es menor. En consecuencia, la movilización es más precoz, mejorando el estado general y de ánimo del paciente, evitando trombosis y embolias, la dinámica respiratoria es mejor, evitando neumonías y complicaciones respiratorias, etc. Todo ello hace que la recuperación sea más rápida. Al ser las incisiones tan pequeñas, la posibilidad de infección casi no existe y las eventraciones, o lo que es lo mismo, las hernias en la herida operatoria, desaparecen. Igualmente, la ingesta se inicia antes y los alimentos se toleran mejor.

Descripción técnico-médica

La cirugía laparoscópica de la hernia de hiato y del reflujo gastroesofágico consiste en la construcción quirúrgica de una válvula sobre el esfínter esofágico inferior utilizando el estómago doblado sobre sí mismo, sin abrir el abdomen, trabajando a través de cinco pequeños orificios (tres de 5 mm y dos de 10 mm) por donde se introducen una cámara y el instrumental de disección, corte y sutura necesarios. Esto requiere una alta especialización técnica y tecnológica.

La intervención

La intervención, que tiene una duración aproximada de una hora, se realiza con anestesia general, y consiste en la inserción de una cánula en el abdomen.

Un laparoscopio (un fino telescopio) conectado a una cámara especial es introducido a través de dicha cánula, dando al cirujano una imagen magnificada de los órganos internos del paciente sobre una pantalla de televisión. El cirujano trabaja mirando el monitor. Otras cánulas son insertadas para permitirle a su cirujano separar delicadamente la hernia de hiato de sus adherencias, disecar el esófago y el estómago y doblar el estómago sobre el esfínter esofágico inferior para construir una válvula de presión.

Medidas pre-operatorias

  • Realización de analítica sanguínea, evaluación médica, radiografía de tórax y electrocardiograma.
  • Se le rasurará la zona inguinal.
  • No debe tomar alimentos sólidos ni líquidos durante las 6 horas anteriores a la intervención.
  • Debe suspender la ingesta de fármacos tales como aspirina, anticoagulantes, antiinflamatorios y vitamina E, una semana antes de la intervención.
  • No debe llevar ningún objeto metálico durante la operación (anillos, pulseras, pendientes, piercing, etc.)

Cuidados post-operatorios

  • Una vez que se tolera la dieta, se le permitirá abandonar el hospital, el mismo día de la intervención o al siguiente.
  • Al día siguiente de la cirugía ya podrá caminar, y en muy pocos días podrá realizar vida totalmente normal.
  • Puede retirarse los apósitos y bañarse al día siguiente de la cirugía.
  • En una semana, podrá volver a sus actividades normales, incluyendo conducir, subir escaleras, levantar objetos livianos y trabajar.

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