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Hernia Inguinal bilateral: Cirugía Laparoscópica

La hernioplastia es la cirugía para reparar una hernia en la pared abdominal de la ingle, una de las afecciones que más frecuentemente sufre el ser humano y que puede ocasionar dolor severo y otras complicaciones. 

La hernia inguinal puede ser de tipo directo o indirecto lo que denota el origen congénito o adquirido y la ubicación del defecto en el área inguinal. Esta se produce cuando un órgano (normalmente el intestino) se 'sale' a través de un punto débil o de una rotura de la pared del abdomen formándose un abultamiento en la ingle que puede ocasionar dolor severo y otras complicaciones. Durante la reparación de la misma, este tejido que protruye se empuja de nuevo hacia adentro y se repara el defecto en la pared muscular de la ingle. 

El único tratamiento definitivo para la hernia inguinal es la cirugía.  Su tratamiento, bien laparoscópico o bien convencional, exige siempre la colocación de una malla de refuerzo a fin de reducir al máximo las posibilidades de reproducción de la misma y conseguir una reintegración laboral precoz del paciente. 

La decisión de realizar un abordaje laparoscópico se determina a criterio de su cirujano, sin embargo, para las operaciones que requieren una reparación bilateral (ambos lados) o si ha tenido anteriormente una reparación de la hernia y ha vuelto, entonces la reparación laparoscópica es generalmente la técnica preferida.

Beneficios de la intervención

El abordaje laparoscópico de la hernia inguinal bilateral repara las dos hernias, derecha e izquierda, sin necesidad de hacer dos incisiones para ello.  Se trata de una intervención relativamente sencilla, de rápida recuperación y con excelentes resultados.

Descripción técnico-médica

La reparación laparoscópica de hernia es una técnica de reparación mediante el uso de un laparoscopio (un telescopio diminuto) que se introduce a través de 3 o 4 incisiones pequeñas en la parte baja del abdomen y la implantación de mallas de refuerzo, que aportan, a través de un material compatible con el tejido humano (polipropileno poliester, PTFE, etc.), una resistencia extra en la zona intervenida.

La intervención

La intervención se realiza con anestesia general, y consiste en la inserción, a través de una cánula, de un laparoscopio conectado a una cámara especial que permite al cirujano visualizar en una pantalla de video, la hernia y el tejido circundante en ambas regiones inguinocrurales. Tras ello, a través de otras pequeñas incisiones, se insertan otras cánulas para reparar la zona dañada, generalmente implantando malla quirúrgica, la cual se fija con pequeñas grapas quirúrgicas.  

La cirugía dura un promedio de 45 a 60 minutos. La estancia en clínica oscila entre 8 y 24 horas.

Medidas pre-operatorias

  • Realización de analítica sanguínea, evaluación médica, radiografía de tórax y electrocardiograma.
  • Se le rasurará la zona inguinal.
  • No debe tomar alimentos sólidos ni líquidos durante las 6 horas anteriores a la intervención.
  • Debe suspender la ingesta de fármacos tales como aspirina, anticoagulantes, antiinflamatorios y vitamina E, una semana antes de la intervención.
  • No debe llevar ningún objeto metálico durante la operación (anillos, pulseras, pendientes, piercing, etc.)

Cuidados post-operatorios

  • Tras la intervención, se le trasladará a la sala de recuperación donde se le vigilará durante una o dos horas hasta estar plenamente despierto.
  • Al día siguiente de la cirugía ya podrá caminar, y en muy pocos días podrá realizar vida totalmente normal.
  • Se recomienda no hacer esfuerzos.
  • Intentar no constiparse para no toser.
  • A la semana de la intervención se le retirarán los puntos.
  • Si es deportista, se recomienda que demore hasta la tercera semana los esfuerzos, pero caminar o hacer footing suave están permitidos.

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