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Disfunción Eréctil: Tratamiento Quirúrgico
Conseguir una erección supone la perfecta coordinación del sistema vascular, hormonal, muscular y neurológico. Por tanto, un correcto diagnóstico implica realizar un protocolo de estudio completo para determinar la causa del problema y así poder aplicar el tratamiento más adecuado.
Cuando el tratamiento por medio de fármacos (como Viagra, Cialis o Levitra) se revela como ineficaz, existen dos tratamientos alternativos de naturaleza quirúrgica que pueden solucionar su problema: la prótesis peneana y la cirugía vascular.
Beneficios de la intervención
El procedimiento quirúrgico para la disfunción eréctil consigue resultados eficaces y satisfactorios para el paciente, con una mínima estancia hospitalaria y una rápida recuperación.
Descripción técnico-médica
Se realiza en consulta una primera fase diagnóstica con valoración clínica, estudio ecográfico genital y prostático, analítica de sangre, eco-doppler color con fármacos vasoactivos, test de tumescencia peneana nocturna, cavernosografía y otras. Los resultados se obtienen el mismo día, por lo que el paciente conoce enseguida la naturaleza de su problema y el tratamiento más eficaz.
La intervención quirúrgica ofrece 2 posibilidades: el implante de una prótesis de pene o la reparación de las arterias que llevan la sangre al pene.
Se remitirá información al paciente sobre los tipos de prótesis que existen y sus características técnicas. Éste será atendido on-line para responder preguntas que surjan, además de informarle sobre sitios web donde obtener información complementaria.
La intervención
El mismo día del ingreso se realiza la intervención quirúrgica.
El implante de una prótesis de pene es eficaz al 100%, sencillo de realizar, no produce cambios estéticos y de rápida recuperación. Existen varios tipos de prótesis de pene, aunque las más utilizadas son las de varilla semirígida o inflable. Consiste en dos cilindros que se colocan en el interior del cuerpo cavernoso a través de una incisión de unos 3 centímetros en la base del pene, quedando una pequeña cápsula en la bolsa escrotal que servirá, cuando se presione, para endurecer los cilindros y conseguir la erección.
La estancia hospitalaria es de 24-48 horas, siendo dado de alta el paciente con tratamiento antibiótico y antiinflamatorio.
Medidas pre-operatorias
- Estudio detallado de su historial médico para decidir los detalles de su intervención
- Para garantizar la máxima higiene de la intervención, la noche antes de la cirugía deberá rasurarse la piel de la bolsa de los testículos (escroto) y la zona inguinal próxima
- El día de la cirugía debe ducharse, lavando la zona con un jabón normal
- No debe tomar alimentos sólidos ni líquidos durante las 5-6 horas previas a la intervención
- No debe llevar ropa interior, ni prótesis dentales móviles. Tampoco objetos metálicos (anillos, pulseras, pendientes, piercing, etc.)
Cuidados post-operatorios
- En la mayoría de los casos, sólo sentirá una leve molestia en la zona de la intervención. No obstante, se le administrarán antibióticos y analgésicos
- A pesar de que la anestesia que se le pondrá es local, es conveniente que acuda acompañado a la intervención. No debe conducir después de la cirugía, ya que puede sentir algunas molestias en la zona testicular, lo cual puede mermar la concentración necesaria
- Mantenga reposo relativo durante las 48 horas siguientes a la intervención. Esto implica evitar esfuerzos bruscos, largos paseos, deporte y situaciones similares
- Deberá limpiar la herida diariamente y cubrirla con una sustancia antiséptica y un apósito estéril durante 5 días
- Los puntos de sutura se reabsorben y, por tanto, no hace falta quitarlos
